Catástrofe f.

por Gustavo Romero

 

Los problemas del hombre son múltiples y de índole diversa. Muchos de ellos muestran características de irresolubles […] Uno debe preguntarse si el hombre desea que alguna vez se resuelvan. Si lo que anhela es que permanezcan como están o bien que empeoren de forma intensa; esto es, que si lo que prevalece dentro del pensamiento y de la acción es irracional o tiene visos de racionalidad. Si hay algún camino por seguir, o bien, si la senda está obturada y estamos en una especie de cul de sac, y hemos llegado hasta donde no hay retorno; donde resulta imposible cambiar nada, mejorar las cosas, tratar de salvar la existencia.

Aniceto Aramoni, 5,000 años de fracaso

 

Catástrofe f. (gr. katastrophê, vuelta). Acontecimiento improvisto y funesto.

Improvisto m. adv., improvisamente, de repente.

Funesto adj. (lat. funestus). Aciago, desgraciado. Triste, desgraciado. Fatal.

Nuevo Pequeño Larousse Ilustrado, Librería Larousse, París, 29ª edición, 1957

 

Muchas de las formas de pensamiento que a través del tiempo han dejado huellas de sí en soportes materiales se mantienen en vilo a la espera de miradas futuras que las integren a la permanente reconstrucción del pasado, aquella que dota de una identidad histórica a todo individuo y colectividad. 1957, un año que podría significar mucho (o no) para cada quien, de acuerdo con nuestras historias personales. Lo traigo a escena porque la descripción de la palabra que abre este escrito proviene de ese periodo. ¿Por qué elegí esta fecha? Sencillo: cuando tuve la necesidad de saber el significado preciso de catástrofe, palabra que he tenido en la cabeza desde hace varios días, la conexión a Internet de mi trabajo no estaba disponible y lo único que tuve a la mano fue la referencia que cito. Mera casualidad quizá, lo cierto es que la situación me otorgó una fuente de inspiración para entramar algunas ideas que, de forma desorganizada, me han surgido desde el coloquio Me extingo, luego pienso.

Al iniciar con catástrofe no es mi intención fomentar un sentimiento apocalíptico; más bien, me he preguntado si el cambio climático que actualmente vivimos se puede denominar como tal. Contextuados en 1957 podría ser un tema de controversia, pues el cambio climático quizá no tenga mucho de improvisto, aunque sí bastante de funesto. Valdría la pena preguntarnos, por mera curiosidad, si en 1957 ya había indicios de catástrofe o no. ¿Qué sucedió aquel año? Una búsqueda sencilla en Internet lanza decenas de acontecimientos. Enlistaré sólo aquellos que, pienso, aportan a la reflexión en el marco de este escrito:

11 de enero: en la isla de La Palma (Canarias) suceden fuertes lluvias: 28 MUERTOS, numerosos heridos y graves pérdidas económicas. 22 de enero: en Waterbury, Connecticut, la policía arresta a George P. Metesky, el “bombero loco” que plantó más de 30 EXPLOSIVOS EN NUEVA YORK. 29 de enero: en la ciudad de Buenos Aires (Argentina), se produce la TEMPERATURA MÁS ELEVADA DE SU HISTORIA, con 43.3 °C. 25 de febrero: FORMACIÓN DEL OCTAVO GOBIERNO NACIONAL DE ESPAÑA (1957-1962), PRESIDIDO POR FRANCISCO FRANCO. 3 de abril: en Santiago de Chile se produce la batalla de Santiago; el Gobierno reprime a una serie de manifestaciones populares y MATA A 20 PERSONAS. 24 de abril: ESTADOS UNIDOS HACE DETONAR una PRUEBA ATÓMICA para analizar cómo sería una explosión nuclear accidental. Es la única bomba del Proyecto 57, y la número 88 DE LAS 1131 QUE ESTADOS UNIDOS DETONÓ EN SU TERRITORIO ENTRE 1945 Y 1992. 28 de mayo: ESTADOS UNIDOS DETONA sobre una torre de hierro la BOMBA de hidrógeno Boltzmann, de 12 KILOTONES. Es la primera bomba (de 29) de la operación Plumbbob. 2 de junio: ESTADOS UNIDOS DETONA desde un dirigible la BOMBA de hidrógeno Franklin, de 0.14 KT. 5 de junio: ESTADOS UNIDOS detona desde un dirigible la BOMBA de hidrógeno Lassen, de 0,5 KT. 18 de junio: ESTADOS UNIDOS DETONA desde un dirigible la BOMBA de hidrógeno Wilson, de 10 KT. 24 de junio: ESTADOS UNIDOS DETONA desde un dirigible la BOMBA de hidrógeno Priscilla, de 37 KT.  1 de julio: ESTADOS UNIDOS HACE DETONAR en un experimento de seguridad la BOMBA de hidrógeno Coulomb-A, que no explota. 5 de julio: ESTADOS UNIDOS DETONA desde un dirigible la BOMBA de hidrógeno Hood, de 74 KT. Será LA EXPLOSIÓN ATÓMICA MÁS POTENTE REALIZADA POR ESTADOS UNIDOS EN SU PROPIO TERRITORIO continental. (La BOMBA MÁS POTENTE FUERA DEL CONTINENTE FUE LA BRAVO ―detonada el 1 de marzo de 1954 en el ATOLÓN BIKINI―, que generó 15,000 KILOTONES). 19 de julio: sobre el sitio de pruebas de Nevada, la Fuerza Aérea de ESTADOS UNIDOS DISPARA el primer misil nuclear aire-aire, la cabeza nuclear John, que detona a 6000 m de altura. 28 de julio: en la CIUDAD DE MÉXICO D.F., un fuerte TERREMOTO DERRIBA LA ESTATUA DEL ÁNGEL DE LA INDEPENDENCIA. 7 de agosto: ESTADOS UNIDOS DETONA su BOMBA atómica Stokes, de 19 KT. 9 de agosto: ESTADOS UNIDOS DETONA su BOMBA atómica n° 102 Saturn, de 0,00005 kt. 18 de agosto: ESTADOS UNIDOS DETONA su BOMBA atómica Shasta, de 17 KT. (En comparación, LA BOMBA DE HIROSHIMA FUE DE 13 KT). 20 de agosto: en Piura (Perú) se registra un FUERTE TERREMOTO. 23 de agosto: ESTADOS UNIDOS DETONA su BOMBA atómica Doppler, de 11 kt. 27 de agosto: en el Río de la Plata, el buque argentino Ciudad de Buenos Aires choca con el carguero estadounidense Mormack Surf; en el siniestro PERECEN MÁS DE UN CENTENAR DE PERSONAS. 27 de agosto: ESTADOS UNIDOS DETONA a 150 m bajo tierra su BOMBA ATÓMICA Player de 0,3 kt. 30 de agosto: ESTADOS UNIDOS DETONA a 230 m bajo tierra su BOMBA atómica Franklin Primer, de 4.7 KT. 31 de agosto: ESTADOS UNIDOS DETONA a 210 m bajo tierra su BOMBA atómica n° 107, Smoky, de 44 kt. 2 de septiembre: ESTADOS UNIDOS DETONA a 150 m bajo tierra su BOMBA atómica n° 108, Galileo, de 11 kt. 6 de septiembre: ESTADOS UNIDOS DETONA a 150 m bajo tierra su BOMBA atómica n° 109, Wheeler, de 0,197 kt. 8 de septiembre: ESTADOS UNIDOS DETONA a 230 m bajo tierra su BOMBA atómica n° 111, Laplace, de 1 kt. 14 de septiembre: ESTADOS UNIDOS DETONA a 150 m bajo tierra su bomba atómica Fizea, de 11 KT. 16 de septiembre: ESTADOS UNIDOS DETONA a 460 m bajo tierra su BOMBA atómica n° 113, Newton, de 12 KT. 19 de septiembre: ESTADOS UNIDOS DETONA a 273 m de profundidad su BOMBA Rainier, de 1.7 KT. 23 de septiembre: ESTADOS UNIDOS DETONA sobre una torre de hierro de 150 metros de altura su bomba atómica Whitney, de 19 KT. (En comparación, LA BOMBA DE HIROSHIMA FUE DE 13 KT). 28 de septiembre: ESTADOS UNIDOS DETONA a 460 m bajo tierra su BOMBA atómica n° 116, Charleston, de 12 KT. 29 de septiembre: en la planta nuclear de Mayak, a 150 km al noroeste de la ciudad de Cheliábinsk (Rusia) sucede una EXPLOSIÓN que dejará un SALDO DE 470,000 PERSONAS EXPUESTAS A LA RADIACIÓN Y 200 CIVILES MUERTOS POR CÁNCER. Es el TERCER ACCIDENTE NUCLEAR MÁS GRAVE DE LA HISTORIA HUMANA, después de CHERNÓBIL (1986) y FUKUSHIMA (2011). 7 de octubre: ESTADOS UNIDOS DETONA su bomba atómica Morgan, de 8 KT. Es la bomba n° 117. 14 de octubre: sucede la Gran riada de Valencia. La ciudad de VALENCIA SUFRE LA PEOR AVENIDA DEL RÍO TURIA EN TODA SU HISTORIA, con un caudal de 3700 m3/s. 16 de noviembre: en Estados Unidos, la policía descubre los crímenes del ASESINO EN SERIE ED GEIN (1906-1984). 23 de noviembre: comienza la GUERRA DE IFNI. 6 de diciembre: ESTADOS UNIDOS DETONA su bomba atómica Pascal_C, de 0,01 kt. Es la bomba n° 119 DE LAS 1131 QUE ESTADOS UNIDOS DETONÓ ENTRE 1945 Y 1992. 9 de diciembre: ESTADOS UNIDOS DETONA en la superficie su bomba atómica n° 120 Columb-C, de 0,5 kt.

1957, ¿año de catástrofe o no? La empatía es una actitud que se cultiva así como una elección ‒si acaso nos fuera posible medirla en cada uno después de leer los sucesos anteriores, después de escuchar en el coloquio decenas de testimonios de mexicanos afectados y reflexionar sobre las disquisiciones en torno al cambio climático a nivel global, muchos quizá podríamos descubrirnos más allá de nuestras certezas para promover la duda genuina en torno a nuestros motores, certidumbres y capacidades. Me viene a la mente una postura que Edmundo O’Gorman planteó en Crisis y porvenir de la ciencia histórica: que es necesario entender el pasado como parte constitutiva del ser, no como cuestión aparte, para obtener una realidad homogénea y no heterogénea del pasado, de la humanidad misma. Que es necesario aprehender el pasado como parte constitutiva del ser, es decir, sin objetivarlo o cosificarlo como algo externo a nosotros. Adquirir una plena conciencia de la historicidad del ser, que nuestro tiempo es tiempo homogéneo, no heterogéneo, y que el pasado es uno con el presente, no dos realidades separadas. Aprehender esta postura y forzarnos a llevarla al mundo cotidiano, ¿es posible? Si es así, ¿qué detonaría en nosotros? ¿Conceptuar al pasado como otredad, o no?

Viro al pasado reciente, que es sólo una de las tantas marcas de un único tiempo, para recordarnos que allí estuvimos, en Tlatelolco, ese lugar repleto de historia donde las palabras buscaban encararnos una y otra vez frente a la tragedia. Allí, donde el espacio pareció insuficiente para contener tanta crudeza, donde varios nos inflamamos con nuestras ansias por obtener señales de esperanza. Pienso que estuvimos allí no para sensibilizarnos ante la crisis, sino para refrendar que cada uno, como individuo, así como en conjunto, somos causa y consecuencia de ella. Para saber que es una obligación individual hacerse cargo de sí y apostar por un fin, cualquiera que éste sea; y sostenerlo. Ninguna trinchera me pareció suficiente, pero la determinación en nombre de la justicia y la esperanza siempre fue la que animó la puesta en acto de ejemplares personas y colectivos que nos mostraron su indisposición a cejar.

Si es un deber comprometernos con la forma de muerte digna para hacernos válida la existencia, que así sea. Ante el desgarre mortal del sentido de trascendencia y la inminente caída al precipicio, ¿qué otra posibilidad podríamos activar para tratar de revivirlo, para que el hedor de nuestro cadáver no nos paralice? ¿Podríamos tener la posibilidad de una vía de acción, que no percibimos en el horizonte, al elegir reflexionar sobre el concepto que tenemos de tiempo? Es sólo una de las tantas probabilidades de posible cambio…

Si nada nunca nos ha pertenecido, a excepción quizá de nuestra voluntad, que ésta sea el faro que desvanezca las sombras de impotencia, rabia, miedo e insignificancia. En su nombre y con ella como estandarte guía, vale la pena continuar hacia eso que llamamos futuro.